La madre del dominicano Brayant Rojas Valdez, quien fue reportado como desaparecido el pasado 18 de marzo, fue víctima de un intento de fraude en el que los estafadores amenazaban con decapitar o cortar cualquier parte de su cuerpo si no acataba las peticiones de entregarle una suma alta de dinero.
“Me decían que le iban a cortar el dedo, que le iban a cortar la cabeza y yo decía: 'Dios mío, pero ¿por qué?' Y ellos me decían: “mándenos el dinero“, informó angustiada Grecia Valdez, madre del joven dominicano.
De acuerdo con la estación de televisión Univision, Valdez comentó que unos estafadores se comunicaron con ella para exigirle la cuantiosa suma de $10,000 dólares para entregarle a su hijo de condición especial, aun cuando estos mismos desconocían el paradero del chico.
“Me hipnotizaron, totalmente hipnotizada porque me dijeron que tenían a mi hijo y que yo le tenía que entregar $10,000 dólares para ellos devolverme a mi hijo y que no podía hablar con nadie en ese momento”, manifestó al medio, aclarando que si bien llegó a realizar las transacciones, logró cancelarlas al momento de enterarse que era un engaño.
Bryant Rojas Valdez, de 26 años de edad, sufre un diagnóstico de ansiedad y depresión que, según los familiares, logran mantener a raya con sus medicamentos diarios, pero esto no evita que su mentalidad sea comparable a la de un niño.
Según relató el medio neoyorkino El Diario, su desaparición se produjo a las 8:30 de la mañana cuando, luego de haber desayunado y tomar su medicina, la madre emprendió ruta a su trabajo y al volver, Bryant no estaba.
Tras dos semanas de búsqueda intensa, los familiares compartieron una nota para informar que “fue encontrado en la noche del 1 de abril, gracias a que un miembro del personal del Hospital de Harlem lo identificó e informó a la familia”.
Diagnosticado con un cuadro de salud mental, Bryant se encuentra en “estado crítico” debido a las fuertes contusiones que recibió. El caso sigue en investigación, para determinar cuáles fueron las causas exactas de su estado, y se mantiene en cuidados intensivos en el Hospital de Harlem.