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El avión que transportaba al secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el Reino Unido mientras regresaba a su país tras participar en la reunión de Ministros de Defensa de la OTAN, celebrada en Bruselas, Bélgica.
El incidente ocurrió cuando la aeronave, en pleno vuelo, presentó una falla técnica que obligó a desviar su ruta programada.
Sean Parnell, asesor del alto funcionario, informó que la emergencia se debió a una grieta detectada en el parabrisas del avión. A través de su cuenta en la red social X (antes Twitter), Parnell explicó que la situación fue manejada bajo los protocolos de seguridad correspondientes y que no se registraron heridos.
“El avión aterrizó según los procedimientos habituales y todos a bordo, incluido el Secretario Hegseth, se encuentran a salvo”, escribió.
Poco después, el propio Hegseth respondió al mensaje de su asesor con una breve declaración que transmitía tranquilidad: “Todo está bien. Gracias a Dios. ¡La misión continúa!”. Sus palabras reflejaron calma y agradecimiento tras el imprevisto que, aunque fue manejado con eficacia, generó momentos de tensión durante el vuelo.
La aeronave, un Boeing C-32 versión militar del conocido 757-200 de pasajeros—, logró aterrizar de manera segura en la base aérea de Mildenhall, en el Reino Unido. Según datos del portal de seguimiento de vuelos FlightAware, citados por Bloomberg, la emergencia se reportó cuando el avión sobrevolaba las costas del sur de Irlanda.
Este modelo de avión tiene casi 30 años de antigüedad y es utilizado frecuentemente por altos funcionarios del gobierno estadounidense para viajes internacionales. A pesar del contratiempo, el aparato respondió adecuadamente ante la situación, lo que permitió una maniobra de aterrizaje segura y sin consecuencias graves.