La grave crisis de violencia que sacude a Puerto Príncipe, capital de Haití, amenaza con sobrepasar la capacidad del hospital de traumatología de Médicos Sin Fronteras (MSF), ubicado en Tabarre, al norte de la ciudad, según alertó la organización humanitaria.
MSF advirtió que la intensificación de los enfrentamientos armados y la falta de infraestructura médica operativa podrían dejar a los habitantes de la capital sin acceso a intervenciones quirúrgicas vitales. “La situación se tornaría aún más desesperada”, señaló la ONG en un comunicado.
La capital haitiana enfrenta niveles inéditos de violencia, con grupos armados que extienden su control a zonas anteriormente consideradas seguras. De acuerdo con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), más del 60 % de los centros de salud en Puerto Príncipe están cerrados o fuera de servicio.
Los pocos hospitales que continúan funcionando sufren una alarmante escasez de personal, equipos médicos y servicios especializados. En tan solo un mes, el número de hospitales capaces de atender emergencias por traumatismos pasó de cuatro a dos.
En marzo, MSF se vio obligada a cerrar su centro en Carrefour, luego de que cuatro vehículos de la organización fueran atacados mientras evacuaban al personal del Centro de Emergencias de Turgeau. Durante la operación, los vehículos —visiblemente identificados— recibieron al menos 15 impactos de bala, según el informe.
El Hospital Universitario de Mirebalais, uno de los últimos en brindar atención traumatológica, cesó sus actividades el pasado 23 de abril debido a la inseguridad en la carretera de acceso, controlada por bandas armadas. Por su parte, el Hôpital Universitaire de la Paix sigue abierto, aunque se encuentra saturado.
Ante este panorama, MSF exigió respeto por los centros médicos y protección para los civiles atrapados en medio del conflicto.
Un informe reciente de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh) indica que entre enero y marzo de este año murieron 1.617 personas y otras 580 resultaron heridas debido a la violencia generalizada, en la que participan pandillas, grupos de autodefensa y fuerzas de seguridad.
El documento también señala que 161 personas fueron secuestradas en el mismo período, y se registraron al menos 80 ejecuciones extrajudiciales atribuidas a agentes del orden.
En respuesta a la creciente inestabilidad, el Departamento de Estado de EE.UU. designó el pasado viernes como organizaciones terroristas a dos poderosas bandas haitianas: la coalición criminal Viv Ansanm y la pandilla Gran Grif.