
Pensar en la eliminación de la violencia contra la mujer implica reconocer que no se limita a la agresión física. Incluye también la violencia verbal, psicológica, emocional, económica y la exclusión de los espacios de toma de decisiones.
Los indicadores muestran que la violencia contra la mujer es estructural y multidimensional. No solo golpea el cuerpo, también la mente, la economía y la voz política de quienes la padecen.
Todas estas formas afectan la vida, la autonomía y la dignidad de las mujeres, contra lo que guerreras han luchado por décadas y en las cuales se pone el foco este 25 de noviembre, Día de la Eliminación de la Violencia Hacia las Mujeres.
Datos del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe revelan profundas brechas en el uso del tiempo que limitan la independencia económica, por tener menores ingresos.
En República Dominicana las mujeres trabajan en promedio 48.1 horas semanales, de las cuales 25.5 son no remuneradas. En contraste, los hombres trabajan 48.4 horas, pero solo 10.9 de estas son sin pago.
La desigualdad económica se refleja además en los ingresos, mirado en un marco regional. El 25 % de las mujeres de América Latina no cuenta con ingresos propios. En los hombres, esta cifra se reduce al 10 %. Esta dependencia limita su capacidad de decisión y autonomía.
A pesar de que grandes mujeres han ocupado titulares y logrado hazañas, de que hoy podemos ver a mujeres en el tren gubernamental, en las cámaras legislativas e instituciones municipales, en estos espacios de poder la brecha persiste.
Solo el 35 % de los escaños en las cámaras bajas de los parlamentos nacionales de la región están ocupados por mujeres. La representación aún es insuficiente.
Paraguay lidera con un 64.3 %, mientras que República Dominicana registra un 23.5 %, ocupando el lugar 11 en la región. Esta cifra evidencia los desafíos que aún persisten en el acceso a la toma de decisiones.
La primera designación de una mujer en un ministerio o secretaría de Estado ocurrió en Cuba en 1948. Desde entonces, la participación ha aumentado, pero de forma inestable y limitada.
Sobre la participación de las mujeres en los escenarios políticos, la diputada de la Fuerza del Pueblo Tayluma Calderón, miembro de la Comisión de Asuntos de Género de la Cámara Baja, destaca avances en representación política.
"En la actualidad, el Congreso cuenta con 71 diputadas, una cifra histórica en el país", señaló la legisladora, sin embargo, reconoce que los espacios siguen siendo altamente patriarcales".
En cuanto a políticas públicas la diputada Calderón advierte sobre un colapso social en torno a la violencia contra la mujer y afirma que existe una agresión sin freno y sin políticas públicas efectivas para su erradicación.
Destacó que desde el Congreso se trabaja en una reforma integral de la ley marco para prevenir feminicidios y otras violencias. El proyecto, denominado “Déjala ir”, aborda:
La periodista y académica Elvira Lora advierte que este 25 de noviembre encuentra al país en un contexto de latente violencia misógina.
Señala que mujeres, niñas y adolescentes siguen expuestas a múltiples formas de agresión en distintos entornos que ya han trascendido los espacios offline o fuera de línea, al plano digital.
Lora, quien es la CEO de la revista Ciudadanía Fémina y coordinadora del Foro de Mujeres Periodistas Dominicanas sostiene que esta violencia a la que muchas mujeres son sometidas, pudo prevenirse a través de: la educación, el empoderamiento económico y la transformación de estructuras patriarcales.
En la República Dominicana la violencia física contra las mujeres ha ocupado titulares de noticias durante los 11 meses de este año 2025.
Esta semana la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, informó que en lo que va de 2025 se han registrado 49 feminicidios en el país y se han presentado 57,538 denuncias por violencia intrafamiliar.
La académica Elvira Lora destacó que, la Fundación Global reporta más de 700 feminicidios entre 2016 y 2024. Cifras que representan vidas perdidas y crímenes evitables.
En los últimos tiempos se han dado asesinatos de mujeres con un nuevo elemento, los agresores ya no solo asesinan a las mujeres, sino también a otros seres queridos, en lo que se denomina violencia vicaria o violencia por sustitución.