
La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, calificó este miércoles como un “premio manchado en sangre” el Nobel de la Paz otorgado en Oslo a la líder opositora María Corina Machado, ausente en la ceremonia oficial pese a que su hija afirmó que llegaría “en unas horas” a la capital noruega.
Durante su intervención en la Asamblea de los Pueblos por la Soberanía y la Paz, transmitida por Venezolana de Televisión (VTV), Rodríguez aseguró que la entrega del Nobel fue un “fracaso total” y un “velorio”, atribuyendo la ausencia de Machado al “miedo”.
Sostuvo que en Noruega se registraron protestas contra “un premio manchado en sangre”, expresión con la que buscó cuestionar la legitimidad del galardón.
La vicepresidenta también atacó a los asistentes al evento, acusándolos de apoyar “el genocidio contra el pueblo palestino”. Afirmó que quienes acudieron a la ceremonia “desprestigiaron un premio que ya está desprestigiado”, al que calificó de “sangriento”.
Paralelamente, Jørgen Watne Frydnes, presidente del Comité Noruego del Nobel, exhortó al mandatario Nicolás Maduro a aceptar los resultados electorales de 2024 y renunciar a su cargo para abrir camino hacia una “democracia” en Venezuela. El discurso, pronunciado durante la ceremonia, resaltó la necesidad de una transición política justa y pacífica.
El galardón fue recibido por Ana Corina Sosa, hija de Machado, quien leyó un mensaje dedicado “al pueblo de Venezuela” y a los “héroes” que luchan por la libertad del país.
En la ceremonia estuvo presente el líder opositor Edmundo González Urrutia, quien reivindica la Presidencia al asegurar que ganó las elecciones de 2024, cuyo resultado —la reelección de Maduro— fue proclamado por un Consejo Nacional Electoral controlado por el chavismo.
Machado se convirtió este año en la séptima personalidad latinoamericana en recibir el Nobel de la Paz, por su labor en defensa de los derechos democráticos y su esfuerzo por impulsar una transición pacífica en Venezuela.