Un vuelo con migrantes aterrizó en Venezuela procedente de México, en plena crisis con Estados Unidos (EUA) luego de que el gobierno de Donald Trump enviara un grupo de venezolanos a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador.
"En un acuerdo directo con el Gobierno de México hemos logrado que este grupo importante de venezolanos, un número de 311 vienen aquí. Vienen mujeres, familias, hombres, muchos niños", dijo el alto funcionario en declaraciones ofrecidas a la prensa.
Destacó asimismo que se trata de un grupo de personas que está "lejos de la violencia, de la maldad, de la persecución aplicada en EE.UU. […] solo por ser venezolanos o por tener un tatuaje; lejos de considerar a todos los venezolanos como delincuentes".
Cooperación versus "secuestro"
"Es la forma de trabajar entre gobiernos, sin atropellos de ninguna naturaleza, sin amenazas de ninguna naturaleza. El presidente Nicolás Maduro ha dado la instrucción de traer a todos los venezolanos, estén donde estén, y eso lo vamos a lograr", apuntó.
Cabello contrastó este proceder con la conducta exhibida por los gobiernos de EE.UU. y El Salvador e insistió en que se trata de personas que han sido "secuestradas", tras habérseles "puesto una etiqueta de 'delincuente' sin haber sido sometidos a ningún juicio, sin tener ningún tipo de antecedentes penales".
"Esperamos que el Gobierno de El Salvador entregue a los venezolanos que tiene secuestrados, que se reencuentren con su familia, con sus hermanos, con sus hijos, con sus padres", completó.
En la víspera, Maduro ordenó "incrementar" las labores diplomáticas dirigidas a garantizar el regreso de todos los venezolanos que se encuentran detenidos en suelo estadounidense.