
El Gobierno de Venezuela informó este domingo el zarpe de un buque cargado con crudo rumbo a Estados Unidos, en un contexto de creciente tensión diplomática y militar entre Caracas y Washington por la incautación de petroleros en el mar Caribe.
La vicepresidenta ejecutiva y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, anunció que el buque Canopus Voyager, operado por la compañía estadounidense Chevron, partió “en estricto apego a las normas” y en cumplimiento de los compromisos asumidos por la industria petrolera venezolana.

Rodríguez sostuvo que, pese al escenario de confrontación, Chevron mantiene operaciones en el país asociada con la estatal PDVSA, amparada en una licencia del Departamento del Tesoro de EE. UU. que la exime parcialmente de las sanciones al crudo venezolano. “Nada ni nadie detendrá a nuestra patria en su camino de avance y victoria”, afirmó la funcionaria.
El anuncio se produce mientras Washington ejecuta un despliegue para interceptar un tercer petrolero cerca de las costas venezolanas. El sábado, autoridades estadounidenses confirmaron la confiscación del tanquero Centuries, al que la Casa Blanca vinculó con una supuesta “flota fantasma” utilizada para traficar petróleo sancionado.
Días antes, el presidente Donald Trump anunció un bloqueo total a la entrada y salida de buques petroleros sancionados, como parte de la presión contra el Gobierno de Nicolás Maduro. Caracas ha rechazado las incautaciones, calificándolas de “robo” y “piratería”, y advirtió que ejercerá todas las acciones legales correspondientes.