El Gobierno de Venezuela expresó este lunes su “más firme condena” al atentado perpetrado contra un acto festivo de la comunidad judía en la popular playa de Bondi, en el este de Sídney, Australia. El ataque, el más grave en el país en las últimas tres décadas, dejó al menos 16 muertos, incluido uno de los presuntos atacantes.
En un comunicado, la Administración de Nicolás Maduro envió “sus sinceras condolencias y solidaridad con la comunidad judía, que han sido víctimas de este horrendo atentado, en medio de una celebración religiosa”.
“Ninguna forma de violencia contra la población civil puede ser justificada, sin importar su motivación, origen o contexto. Los actos de odio, intolerancia y terrorismo constituyen graves violaciones a los principios del derecho internacional y a los valores fundamentales de la humanidad”, afirmó el comunicado.
El tiroteo ocurrió el domingo, cuando dos hombres armados con rifles abrieron fuego contra la multitud reunida en el parque Archer, junto a la playa de Bondi, donde se celebraba el inicio de la festividad judía de Janucá ante cerca de un millar de personas, según confirmó la Policía de Nueva Gales del Sur.
Tras los primeros disparos, agentes policiales acudieron rápidamente al lugar, produciéndose un intercambio de fuego en el que dos policías resultaron heridos. Uno de los atacantes, un hombre de 50 años, murió tras ser abatido por la policía, mientras que el segundo, su hijo de 24 años, fue trasladado al hospital bajo custodia policial con heridas críticas pero estables.
Entre las víctimas se encuentran personas de edades comprendidas entre los 10 y los 87 años, incluyendo a una niña de 10 años, un rabino británico, un oficial de policía retirado, un superviviente del Holocausto y un ciudadano francés.