El Gobierno de Venezuela aún no responde con la “lucha armada” que prometió en caso de una agresión estadounidense, pero atribuye el despliegue naval de EE. UU. cerca de sus aguas, que luego pasó al ataque de una embarcación venezolana, a la ambición de apropiarse de los recursos naturales del país latinoamericano.
Así lo subrayó el mandatario Nicolás Maduro, pese a que su ministro de Comunicaciones, Freddy Ñáñez, sugirió en una publicación en redes sociales que el video compartido por Donald Trump sobre la embestida fue creado con inteligencia artificial.
“Vienen por el petróleo venezolano, lo quieren gratis, por el gas. Tenemos la principal reserva de petróleo de Venezuela y ese petróleo no le pertenece a Maduro y menos a los gringos, le pertenece a ustedes”, aseguró Maduro, señalando a un grupo de personas que lo rodeaban, durante un encuentro en Caracas.
El pasado lunes 1 de septiembre, justo un día antes del ataque en aguas del Caribe que, según Washington, mató a “11 terroristas” de la banda venezolana Tren de Aragua, Maduro había advertido que en caso de su país fuera agredido “pasaría al periodo de lucha armada y declararía constitucionalmente a la república en armas, de norte a sur, y de este a oeste”.
Por ahora, Caracas no saca la artillería y parece intentar bajar la tensión tras restar crédito a las imágenes del ataque difundidas por Washington.
Pero en los últimos días, a medida que EE. UU. aumentaba su anunciado despliegue naval en el Caribe, cerca a aguas venezolanas, el líder chavista alertó que EE. UU. buscaba justificar una “intervención militar”.
El Gobierno de Donald Trump expuso que el despliegue de buques destructores, con alrededor de 4.500 soldados a bordo, busca frenar el paso de drogas hacia el territorio estadounidense, al apuntar de forma directa al cartel de los Soles, grupo que vincula con la Administración de Maduro.
Caracas niega los presuntos nexos, mientras otros líderes políticos reaccionan entre la condena y el rechazo a las acciones de la primera potencia.
En medio de la creciente tensión entre Washington y Caracas, República Dominicana declaró el martes 2 de septiembre como organización terrorista al Cartel de los Soles. Un espaldarazo a Estados Unidos y medida con la que también se suma a Argentina, Ecuador y Paraguay.
“Se designa como organización terrorista al grupo armado Cártel de los Soles”, indicó el decreto emitido por el presidente dominicano, Luis Abinader.
Santo Domingo explicó que la medida se basa en la Constitución del país, la cual “establece como objetivo de alta prioridad el combate de las actividades criminales transnacionales que pongan en peligro los intereses del país, así como la paz, estabilidad y seguridad tanto nacional como regional”.
Tras la designación, el mandatario del país ordenó a los servicios de inteligencia y de seguridad del Estado adoptar las medidas pertinentes para evitar las incursiones del grupo delictivo en su territorio o en contra de los intereses de República Dominicana en el extranjero.
Entretanto, en Perú, el canciller Elmer Schialer expresó su respaldo a que su Gobierno declare como "organización terrorista" al denominado Cártel de los Soles, grupo que, según Venezuela, no existe.
"La respuesta corta es sí. El Cártel de los Soles, al financiar actividades que generan el terror, es efectivamente una organización que promueve el terror porque promueve la delincuencia organizada transnacional", dijo a medios locales Schialer respecto a la posibilidad de que Perú se sume a otros países que ya declararon al Cártel de los Soles como "organización terrorista".
El jefe de la diplomacia peruana añadió que, según la información que tienen en la Cancillería, el Cártel de los Soles financia a grupos de delincuentes o de delincuencia transnacional "que generan, provocan, causan y siembran el terror".
Entre esos grupos, mencionó como ejemplo al Tren de Aragua, la mayor banda criminal de Venezuela, que ha extendido sus operaciones a varios países de Latinoamérica, y al Comando Vermelho, de origen brasileño y con presencia principalmente en su país.
La líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, aseguró que el cerco internacional contra el Gobierno de Nicolás Maduro se estrecha cada vez más, por lo que “falta poco para lograr que esta gesta logre su propósito”.
"Cada día que pasa se cierra y cierra el cerco que los demócratas de Occidente le han impuesto al cártel narcoterrorista que todavía sigue en Miraflores. Pero por más que intentan amenazarnos, sabemos que los días de esa organización criminal están contados", aseguró Machado en una declaración en video pregrabada.
Entretanto, el embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo, aseguró que rechaza las “especulaciones” sobre una posible “intervención militar” de EE. UU. en el territorio venezolano.
“Creo que no tiene mucho sentido especular sobre un tema tan delicado como la posibilidad de una intervención militar. La prudencia y la sensatez deben guiar la comunicación y las relaciones diplomáticas de los actores involucrados, incluida Colombia”, aseguró Rengifo en una entrevista con el diario ‘El Tiempo’.