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Durante su participación en el programa Solo para Mujeres, transmitido por Zol 106.5 FM, la uróloga Marlin Fernández alertó sobre el aumento de procedimientos estéticos dirigidos a modificar el tamaño o el grosor del pene, una tendencia impulsada por la desinformación y la presión social.
Fernández explicó que muchas de las imágenes que circulan en redes sociales y páginas de contenido sexual generan expectativas irreales sobre la anatomía masculina, llevando a algunos hombres a considerar intervenciones que, en la mayoría de los casos, no están indicadas médicamente.
- “Les crean una imagen de que eso es lo normal y que así es que yo lo quiero, y realmente no debe ser”, advirtió.
Sobre la cirugía para alargar el pene, señaló que solo se realiza cuando existe un cuadro traumático o una condición congénita, no como un procedimiento estético común. Enfatizó que se trata de una intervención técnicamente compleja y con alto riesgo.
“Las consecuencias son catastróficas muchas veces”, aseguró. Entre esas complicaciones mencionó infecciones, sangrado y fibrosis, esta última capaz de provocar incluso un acortamiento mayor del pene debido al proceso cicatricial.
La especialista explicó que también se están popularizando métodos como implantes de silicona, que crean la apariencia de mayor tamaño, aunque en realidad solo aportan grosor. Además, detalló que se ha extendido el uso de ácido hialurónico, y antes era común emplear grasa corporal o silicona, prácticas que calificó como altamente peligrosas.
“Todo eso es sumamente riesgoso y los urólogos no lo hacemos”, afirmó. La mayoría de estas intervenciones, señaló, son realizadas por médicos sin formación en urología, y luego los urólogos deben atender las complicaciones por deformidades o resultados irregulares.
Fernández también abordó el auge del uso de testosterona sin supervisión médica, incluyendo los populares “pellets” o chips hormonales. Aclaró que muchos hombres están recurriendo a este tratamiento sin necesitarlo y sin evaluar previamente sus niveles.
Aunque en algunos casos es posible recuperar funciones afectadas por déficit hormonal, enfatizó que el uso indiscriminado puede conllevar consecuencias serias, por lo que solo un urólogo debe determinar si existe la indicación clínica.
La doctora insistió en que tanto los procedimientos estéticos como el manejo hormonal deben ser guiados estrictamente por especialistas.