
En el Día Mundial de la Infancia, Unicef advirtió que la República Dominicana enfrenta un panorama complejo en materia de protección infantil, marcado por un incremento en la violencia y la persistencia de prácticas dañinas que vulneran los derechos de niños, niñas y adolescentes.
La organización reiteró la necesidad de que el Estado incorpore de manera más directa a la niñez en las políticas públicas.
Cada 20 de noviembre se ponen en foco las brechas que aún limitan el desarrollo de la infancia a nivel global. En el caso dominicano, los estudios recientes de Unicef reflejan un aumento en la disciplina violenta aplicada a menores entre 1 y 14 años, que pasó de 62.9 % a 63.5 %, un indicador que revela retrocesos en la convivencia familiar y en la protección dentro del hogar.
Los reportes de prensa también evidencian hechos graves ocurridos durante este 2025. En abril, el país registró el caso de Ángel José Mercedes Mora, de 9 años, en San Cristóbal, víctima de abuso y homicidio.
En mayo, en Cristo Rey, el pequeño Luis Gabriel Díaz, de 2 años, murió tras presuntos golpes propinados por su padrastro. Ese mismo mes, en La Romana, un niño de 2 años fue encontrado sin vida, y su madre confesó el crimen alegando motivos religiosos.
En agosto, la violencia volvió a golpear al Distrito Nacional. En Los Guandules, una niña de 7 años falleció con signos de maltrato y abuso atribuidos a sus tutores. Días después, un niño de un año y ocho meses fue asfixiado por su propio padre.
Mientras que en septiembre, se registraron casos en Dajabón, donde una adolescente de 16 años fue hallada sin vida con heridas de arma blanca, y en Sabana Perdida, donde un niño de 10 años apareció con signos de violencia presuntamente ocasionada por un adulto de 57 años.
Aunque el país ha mostrado avances en áreas como la lactancia materna y la reducción del matrimonio infantil, Unicef sostiene que estos progresos no son suficientes para contrarrestar la magnitud de la violencia que afecta a la niñez.
En su llamado de este 20 de noviembre, la agencia instó a reforzar políticas públicas integrales que garanticen entornos seguros y una mayor participación de los niños en las decisiones que impactan su bienestar.