
Una intensa tormenta de arena y polvo azotó este jueves varias localidades del sur de Perú, afectando principalmente a la región de Ica y generando estragos también en Arequipa, Tacna y la capital, Lima. El fenómeno obligó a detener por completo durante unas tres horas el tránsito, así como las actividades turísticas y comerciales en ciudades como Ica, Nazca y Paracas.
El presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Ica, Eduardo Ojeda, describió la situación como “completamente oscura” desde las 3:00 p.m., cuando la tormenta cubrió gran parte de la ciudad.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) explicó que el fenómeno se debe al acercamiento del Anticiclón del Pacífico Sur, que ha incrementado la velocidad de los vientos a lo largo del litoral. En Ica, estos alcanzaron ráfagas de hasta 50 kilómetros por hora.
El Senamhi advirtió que esta situación podría continuar hasta el domingo, con condiciones meteorológicas adversas como neblina, niebla, llovizna y nubosidad densa.
Los fuertes vientos, conocidos en Perú como “Paracas”, también provocaron daños en Lima, donde se registraron caídas de árboles, letreros publicitarios y cortes de electricidad en varias zonas, especialmente en los distritos de Surco, Carabayllo y La Molina. En este último, varios vehículos fueron aplastados por árboles derribados, aunque no se reportaron víctimas.
La empresa Pluz Energía confirmó que las ráfagas provocaron interrupciones en el suministro eléctrico en partes de Lima y el puerto del Callao.
En respuesta, el Ministerio de Salud inició la supervisión de posibles daños en la infraestructura sanitaria de Ica, mientras que el Ministerio de Educación activó un plan preventivo para salvaguardar la seguridad de la comunidad educativa en las zonas afectadas.