Una peligrosa reivindicación y un atroz homenaje

Cuando creíamos haberlo visto todo en lo que a permisividad, tolerancia y promoción del narcotráfico se refiere, entonces ocurrió. En el barrio Santa Rosa, de Baní, el pasado sábado iba a ser inaugurado “por todo lo bajo” el Sinaloa Drink, un bar de copas cuya temática central sería el homenaje textual, sonoro y sobre todo gráfico a los antihéroes del narcotráfico y el sicariato continental, “El Chapo” Guzmán, ex líder del Cártel de Sinaloa; Dámaso López Núñez; Ismael “El Mayo” Zambada; y John Jairo Vásquez, alias “Popeye”.

Gracias a las denuncias ciudadanas y a la rápida reacción de la DNCD, y los ministerios Público y de Interior y Policía, el local fue intervenido para su clausura ¡Pero la flecha ya está en el aire! Lo que estamos viviendo en la sociedad dominicana no es para nada “el acabose”, sino “el empezose”, la cosecha de lo que décadas de permisividad, impunidad, abandono, (la familia hecha pedazos), las mafias veneradas, tanta ignorancia celebrada y tantas escuelas en paro innecesario e indolente han sembrado.

El hecho de que los propietarios del bar se hayan atrevido a un desafío de tal magnitud, expresa el tamaño de su sentido de impunidad, pues con alguien o “alguienes” contaban los señores para pretender poner en operación una especie de “museo homenaje” al narco, entre tragos y quizás cosas peores.

Como en el bolero, “nada más que esto somos”, la impune suma de todas las mafias, abusos y descaros. Y es que, muy posiblemente los propietarios del lugar lo designaron con ese nombre y lo diseñaron con esas fotos, convencidos de que al hacerlo recibirán el apoyo militante y voluntario de unos parroquianos que prefieren estas distinciones y homenajes, al aburrimiento de leer a Pedro Mir o escuchar las letras regrabadas del glorioso himno de la patria que quizás algún día fuimos o pudimos ser, que siempre digo.

Uno felicita (y agradecerá con dulce de Paya) a las autoridades actuantes, Cabrera Ulloa, Reynoso Gómez, Fadul Soriano, pero tampoco se muere de optimismo. Lo de este drink es una expresión más de este asco celebrado, de este circo tolerado, de este “buen proyecto para el mal” que es nuestra sociedad actual, donde ser pobre sale tan caro, como barato y provechoso resulta delinquir. ¡Y todo con apoyo popular!, que es lo que jode. En fin, ya amanecerá algún día.