
El exsuperintendente de Salud y Riesgos Laborales, Fernando Caamaño, denunció en El Rumbo de la Mañana que una de las tragedias más dolorosas que vivió el país este año fue el deterioro del Seguro Nacional de Salud (SENASA) y del sistema de seguridad social.
Afirmó que este modelo, creado para garantizar derechos establecidos por varias leyes y por la Constitución dominicana, ha sido “abusado” y desnaturalizado por el actual gobierno.
El también titular de la Secretaría de Seguridad Social de la Fuerza del Pueblo recordó que el sistema funciona como un mecanismo de financiamiento de derechos fundamentales, especialmente del Seguro Familiar de Salud, mediante dos regímenes que, en conjunto, representan, “el 76 % de la cobertura poblacional”.
Sin embargo, aseguró que esa estructura “pudiera ser la solución a una red pública de salud”, pero el Gobierno “no lo entiende y lo abusa”.
El exfuncionario calificó como una “depredación” las decisiones adoptadas alrededor de SENASA desde 2021, cuando, según dijo, comenzó una manipulación política de la institución.
“En el año 2021 ya se habían desatado todos los demonios, los caballos de la reelección y se utilizó un director del sector externo como director de una entidad del sistema. Eso nunca había pasado”, afirmó.
Explicó que ese mismo patrón se replicó en el manejo de programas sociales y tarjetas estatales. “Ya van ocho, nueve tarjetas todas apócrifas. Drenando recursos… el caso SENASA le queda chiquito”, sostuvo, al advertir que se han creado mecanismos paralelos que operan al margen del diseño legal del sistema.
Caamaño reiteró que, desde ese año, denunció junto a la Secretaría de Salud de la FP que el Gobierno violó el artículo 7 de la Ley 87-01, al eliminar la obligación de implementar el régimen contributivo-subsidiado.
Señaló que, en su lugar, se optó por una medida “demagógica”, al anunciar la incorporación de 2.4 millones de personas al régimen subsidiado sin cumplir los criterios establecidos. “Lo que hicieron fue que cargaron 2.4 de cápitas adicionales”, explicó.
El exsuperintendente también criticó las respuestas del presidente Luis Abinader ante las denuncias. Recordó que el mandatario ha reaccionado desde “el chiringuito de la semana”, como llamó Caamaño a las ruedas de prensa semanales del Ejecutivo.
“Hace el ridículo a cada rato”, dijo, al cuestionar que el Gobierno pidiera una investigación sin especificar su alcance. “Queremos que nos digan exactamente qué se está pidiendo, porque lo que se ha denunciado no es eso”.
Aseguró que no tiene esperanza en que las autoridades avancen seriamente en la investigación solicitada. “No tengo esperanza alguna de que el Gobierno realmente le dé para adelante a eso”, afirmó.
Recordó que, desde junio, han sostenido denuncias públicas sin obtener respuestas concretas: “Han habido todo tipo de excusas… una solicitud y de ahí más nada”.
Caamaño destacó que los reportajes de periodistas de investigación revelaron que parte del dinero comprometido podría rondar entre 25 y 30 mil millones de pesos, utilizados en contratos “cuestionables” e incluso ilegales.
“Tú no puedes pagarle a ningún prestador por cápita… cuando tú le pagas una cápita a un prestador de servicio, tú estás transfiriendo la administración del riesgo”, explicó, función que corresponde exclusivamente a las ARS.
Finalmente, insistió en que en este caso “no hay inocentes”. Según dijo, un error tan grave en la redacción de contratos no puede pasar inadvertido para las autoridades regulatorias.
“Una falencia como esa no se le pasa a ningún superintendente. Yo estuve ahí 8 años, 4 meses”, concluyó Caamaño, al advertir que lo ocurrido constituye una suplantación de roles y una violación estructural del sistema dominicano de seguridad social.