
Nauru, un remoto país insular del Pacífico, busca vender sus pasaportes para financiar su acción climática, con el objetivo de atraer a nuevos ciudadanos, aunque parezca una misión muy difícil de alcanzar.
El microestado de Nauru es uno de los países más pequeños del mundo, con una extensión que apenas alcanza 21 kilómetros cuadrados. Hace seis meses, puso en marcha la venta de sus llamados "pasaportes dorados" como una forma de financiar la lucha contra el cambio climático.
El documento tiene un costo de 105 mil dólares cada uno, iniciativa con la cual Nauru espera recaudar más de 5 millones de dólares en el primer año del programa de "ciudadanía de resiliencia climática".
Pero luego de haber lanzado el plan, Nauru ha aprobado hasta ahora solo seis solicitudes, incluyendo dos familias y cuatro individuos.
No obstante, Edward Clark, funcionario a cargo del programa, afirmó que el número de candidaturas aprobadas no refleja el interés real que está despertando su iniciativa.
Para dicha iniciativa, el pequeño país recibió, "candidaturas creíbles desde el principio, pero no estábamos en posición de empezar a procesarlas", según explicó a la agencia AFP.
El país espera que el programa "ciudadanía de resiliencia climática" genere en total 43 millones de dólares, con unas 500 postulaciones exitosas.
El pasaporte de Nauru brinda ingreso libre de visa a más de 80 países. Otras naciones del Pacífico, como Vanuatu, Samoa y Tonga también lanzaron programas similares, pero existen temores de que el esquema se preste para abusos.
En 2003, en el marco de un programa de pasaportes dorados de Nauru, las autoridades le vendieron la ciudadanía a miembros de Al Qaeda que más tarde fueron arrestados en Asia.
Según Edward Clark, en esta ocasión una postulación fue retirada luego de que las autoridades reportaran "hallazgos adversos" en una revisión de antecedentes.