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El 22 de enero de 1909 nació en la región del Cibao, Porfirio Rubirosa, considerado una de las figuras más enigmáticas y fascinantes del siglo XX.
Fue un diplomático, piloto, militar y célebre playboy, Rubirosa vivió una vida rodeada de lujo, poder y glamour, convirtiéndose en un símbolo de sofisticación y carisma.
Su atractivo, elegancia y personalidad lo hicieron irresistible para muchas de las mujeres más bellas y poderosas de su tiempo.
Fue un seductor, frecuentaba los clubes exclusivos y se codeaba con la realeza, estrellas de cine y multimillonarias herederas. Su vida amorosa era objeto de fascinación, y sus romances con mujeres influyentes contribuyeron a su imagen de conquistador imparable.
Entre sus relaciones más célebres se encuentran sus matrimonios con Doris Duke, heredera de una de las mayores fortunas tabacaleras del mundo, y Barbara Hutton, una de las mujeres más ricas del planeta.
Rubirosa también mantuvo romances con actrices icónicas como Marilyn Monroe y Zsa Zsa Gabor, quienes sucumbieron a su atractivo.
Pero su fama no solo se debía a sus romances. Rubirosa encarnaba la imagen del hombre sofisticado y aventurero. Disfrutaba de los autos de lujo, el polo y las fiestas exclusivas, donde su presencia era sinónimo de elegancia y diversión.
Su estilo de vida era comparable al de los personajes de las novelas de Ian Fleming, y muchos creen que fue la inspiración real para el famoso James Bond.
Aunque nunca se confirmó, su vida reflejaba el mismo mundo de espionaje, glamour y peligro que caracterizaba al agente 007.
A pesar de su vida marcada por la opulencia, Rubirosa tuvo un final trágico a la edad de 56 años en el 1965, cuando murió en un accidente automovilístico después de celebrar su última victoria en un torneo de polo, en el parque Bois de Boulogne de Francia.
Sin embargo, su legado como el playboy sigue vivo. Su historia ha sido objeto de libros, documentales y películas.
