Las autoridades turcas confirmaron este miércoles el hallazgo de la caja negra del avión privado que se estrelló la noche anterior cerca de Ankara, causando la muerte de cinco militares libios, entre ellos el jefe del Estado Mayor, Mohamed Ali Al-Haddad.
El ministro del Interior de Turquía, Ali Yerlikaya, informó que primero fue localizado el registrador de voz de la cabina y, minutos después, la caja negra, ambos entre los restos de la aeronave. Desde primeras horas de la mañana, los equipos de rescate intensificaron las labores de inspección en la zona del siniestro.
Al lugar del accidente se desplazaron unos 400 efectivos, apoyados por cerca de un centenar de vehículos terrestres y siete aeronaves. La gendarmería estableció un amplio perímetro de seguridad para impedir el acceso de civiles.
El avión, un Falcon 50 que había despegado de Ankara, notificó poco después del despegue una emergencia provocada por un fallo eléctrico y solicitó un aterrizaje de urgencia. Sin embargo, terminó estrellándose en un campo abierto situado a unos 85 kilómetros al sur de la capital turca.
Una delegación llegada desde Libia, incluidos familiares de las víctimas, se encuentra ya en Turquía. Por su parte, el primer ministro libio reconocido internacionalmente, Abdul Hamid Dbeibah, confirmó el fallecimiento de Al-Haddad y calificó el suceso como una grave pérdida para el país, las fuerzas armadas y el pueblo libio.