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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania Trump, encabezaron este jueves la tradicional ceremonia de encendido del árbol de Navidad en la Casa Blanca, acompañados de funcionarios, artistas y familias invitadas.
Durante el acto, realizado en la Elipse frente a la residencia presidencial, Trump afirmó que “la religión está volviendo a Estados Unidos” y aprovechó para reconocer el trabajo de las fuerzas federales desplegadas en Washington bajo el argumento de combatir el crimen.
El mandatario dirigió el conteo regresivo y pidió a la primera dama encender el árbol, un abeto Concolor de más de seis metros de altura proveniente de una granja familiar en Sidney, Míchigan.
La ornamentación del árbol y de los salones de la Casa Blanca estuvo a cargo de la Oficina de la Primera Dama, responsable cada año de supervisar la ambientación navideña. El abeto fue seleccionado como ganador del concurso anual de la Asociación Nacional de Árboles de Navidad.
La ceremonia contó con presentaciones musicales, entre ellas la de The Beach Boys y bandas de música country invitadas para animar a los asistentes. También estuvieron presentes figuras públicas como el exjugador de hockey Wayne Gretzky y otros representantes del deporte y la cultura estadounidense.
Trump aprovechó su intervención para mencionar algunos logros de su administración en el último año, como la organización de la Copa Mundial de la FIFA 2026 y los próximos Juegos Olímpicos, además de avances en materia de infraestructura y seguridad.
La iluminación del árbol de la Casa Blanca, una tradición iniciada en 1923, se mantiene como uno de los eventos simbólicos más relevantes del calendario navideño estadounidense, reuniendo a autoridades, artistas y familias en torno a una celebración que combina elementos culturales y religiosos.