
El presidente Donald Trump se reunió este viernes con el hombre que se había proclamado orgullosamente como “la peor pesadilla de Donald Trump”, pero el mandatario pareció encontrar todo lo contrario.
El presidente republicano y el alcalde electo de Nueva York, Zohran Mamdani, se mostraron cordiales y amistosos, y hablaron en varias ocasiones sobre sus objetivos compartidos de ayudar a la ciudad natal de Trump, más allá de sus conocidas y explosivas diferencias.
Trump, quien en el pasado había calificado a Mamdani de “lunático comunista al 100 %” y de “totalmente desequilibrado”, expresó abiertamente lo impresionado que estaba con el hombre que había tildado a su administración de “autoritaria”.
“Creo que en realidad va a sorprender a algunas personas conservadoras”, dijo Trump sobre el socialista democrático, mientras Mamdani permanecía a su lado en el Despacho Oval.
Para Mamdani, la reunión cara a cara le ofreció al legislador estatal —hasta hace poco relativamente desconocido— la posibilidad de medirse directamente con la persona más poderosa del mundo.
Para Trump, fue una oportunidad de alto perfil para abordar el tema de la asequibilidad en un momento en que enfrenta una creciente presión política para demostrar que está atendiendo las preocupaciones de los votantes sobre el costo de la vida.
Hasta ahora, ambos habían sido adversarios políticos que movilizaban a sus seguidores enfrentándose entre sí, y no está claro cómo reaccionarán esos simpatizantes ante su encuentro cordial y sus palabras elogiosas.
“Vamos a ayudarlo a hacer realidad el sueño de todos, de tener una Nueva York fuerte y muy segura”, dijo el presidente.
“Lo que realmente aprecio del presidente es que la reunión que tuvimos no se centró en los puntos de desacuerdo, que son muchos, sino en el propósito compartido que tenemos de servir a los neoyorquinos”, expresó Mamdani.
Mamdani y Trump dijeron que discutieron la asequibilidad de la vivienda y el costo de los comestibles y los servicios públicos, mientras Mamdani aprovechaba con éxito la frustración por la inflación para ganar las elecciones, al igual que el presidente lo hizo en los comicios de 2024.
“Algunas de sus ideas son realmente las mismas ideas que yo tengo”, dijo el presidente sobre Mamdani en relación con los temas inflacionarios.
El presidente dejó de lado las críticas de Mamdani sobre las redadas de deportación de su administración y las afirmaciones de que Trump se comportaba como un déspota. En cambio, Trump señaló que la responsabilidad de ocupar un cargo ejecutivo en el gobierno hace que una persona cambie, diciendo que ese había sido su caso.
Por momentos incluso pareció protector con Mamdani, interviniendo en su defensa en varias ocasiones. Por ejemplo, cuando los periodistas le pidieron a Mamdani que aclarara sus declaraciones pasadas en las que sugería que creía que el presidente actuaba como un fascista, Trump dijo: “Me han llamado cosas mucho peores que déspota”.
Cuando un reportero preguntó si Mamdani mantenía su comentario de que Trump era un fascista, el presidente intervino antes de que el alcalde electo pudiera responder completamente.
“Está bien. Puedes decir simplemente que sí. ¿Está bien?”, dijo Trump. “Es más fácil. Es más fácil que explicarlo. A mí no me molesta”.
Trump volvió a intervenir cuando un reportero le preguntó a Mamdani por qué voló a Washington en lugar de usar un medio de transporte que utilizara menos combustibles fósiles.
“Te defenderé”, afirmó Trump.
Mamdani, quien asumirá el cargo en enero, dijo que solicitó la reunión con Trump para hablar sobre formas de hacer que la ciudad de Nueva York sea más asequible. Trump ha señalado que podría querer ayudarlo, aunque también ha etiquetado falsamente a Mamdani como un “comunista” y ha amenazado con retirar fondos federales a la ciudad.
Sin embargo, este viernes Trump no utilizó ese tono contra el alcalde electo. Reconoció que había dicho estar dispuesto a cortar el financiamiento o dificultar el acceso de Nueva York a recursos federales si ambos no lograban “llevarse bien”.
Pero el presidente se retractó de esas amenazas y afirmó: “No queremos que eso ocurra. No creo que eso vaya a suceder”.
Trump tuvo un peso importante en la carrera por la alcaldía este año y, en la víspera de las elecciones, respaldó al candidato independiente y exgobernador demócrata Andrew Cuomo, al predecir que la ciudad tendría “CERO posibilidad de éxito, o incluso de supervivencia” si Mamdani ganaba.
También cuestionó la ciudadanía de Mamdani, quien nació en Uganda y se convirtió en ciudadano estadounidense naturalizado después de graduarse de la universidad, y afirmó que lo haría arrestar si cumplía con su amenaza de no cooperar con los agentes de inmigración en la ciudad.
Mamdani superó el desafío de Cuomo, presentándolo como un “títere” del presidente, y prometió ser “un alcalde que pueda plantarle cara a Donald Trump y cumplir de verdad”. Durante un debate de las primarias declaró: “Soy la peor pesadilla de Donald Trump, como un inmigrante musulmán progresista que realmente lucha por aquello en lo que cree”.
El presidente, quien durante años ha utilizado a sus adversarios políticos para movilizar a sus seguidores, predijo que Mamdani “resultará ser una de las mejores cosas que le hayan pasado a nuestro gran Partido Republicano”.
Mientras Mamdani sacudía al establishment demócrata al derrotar a Cuomo y sus políticas progresistas de extrema izquierda provocaban divisiones internas, Trump ha presentado repetidamente a Mamdani como el rostro del Partido Demócrata.
El presidente ha protagonizado este año varios enfrentamientos públicos dramáticos en la Oficina Oval, incluido un intercambio notoriamente tenso con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, en marzo.
En mayo, Trump atenuó las luces durante una reunión con el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, y reprodujo un video de cuatro minutos con afirmaciones ampliamente rechazadas que señalaban que en Sudáfrica se persigue violentamente a los agricultores blancos de la minoría afrikáner.
Un alto funcionario de la administración Trump, que habló bajo condición de anonimato para describir discusiones internas, dijo que Trump no había pensado demasiado en la planificación del encuentro con el alcalde electo, aunque señaló que las amenazas de bloquear fondos federales para Nueva York siguen sobre la mesa.
Mamdani dijo el jueves que no le preocupaba que el presidente intentara usar la reunión para humillarlo públicamente y afirmó que la veía como una oportunidad para exponer su postura, aun reconociendo que existen “muchos desacuerdos con el presidente”.
En cambio, ambos evitaron una confrontación pública en una serie de declaraciones notablemente calmadas y cordiales ante los periodistas.
Mamdani, quien vive en Queens —donde Trump se crió—, ha mostrado un perfil combativo similar al de Trump como candidato. Durante su campaña, pareció inspirarse en su estilo al señalar en un debate televisado con Cuomo que una de las mujeres que acusó al exgobernador de acoso sexual estaba presente en el público. Cuomo ha negado cualquier conducta indebida.
Sin embargo, las tensiones se moderaron el viernes, ya que Trump se mostró comprensivo con las políticas de Mamdani orientadas a construir más viviendas.
“La gente se sorprendería, pero yo quiero ver lo mismo”, dijo el presidente.