El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió no aumentar al 50 % los aranceles sobre el acero y el aluminio canadiense, pese a haber anunciado la medida previamente este martes como represalia por la intención de la provincia de Ontario de aplicar un recargo a las exportaciones de electricidad hacia EE.UU.
El giro en la postura de la administración estadounidense se produjo luego de una conversación telefónica entre el primer ministro de Ontario, Doug Ford, y el secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick.
Según confirmó el principal asesor comercial de Trump, Pete Navarro, este diálogo fue determinante para que el mandatario reconsiderara la decisión y evitara una escalada comercial con su país vecino.
En el programa Closing Bell: Overtime, de la cadena local CNBC, Navarro comentó que Lutnick "hizo un hermoso trabajo negociando eso". En la víspera, Ford oficializó un sobrecargo de 25 % a la electricidad que Ontario exporta a Míchigan, Nueva York y Minnesota.
Empero, en una declaración conjunta, Ford y Lutnick dijeron haber tenido una "conversación productiva sobre la relación económica" entre ambos países, que modificó la situación. De hecho, acordaron una reunión para este jueves en Lutnick.
Horas antes, en su propia red social, Trump aseveró que Canadá "abusa de los aranceles" y prometió que su nación lo recuperará todo en abril.
Trump impuso aranceles a Canadá y a México a inicios de febrero pasado, para luego retrasarlos un mes, imponerlos nuevamente y después suspenderlos otra vez.