Durante una reunión de gabinete este jueves, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que tres fábricas automotrices que se estaban construyendo en México han detenido sus operaciones y serán trasladadas a territorio estadounidense como consecuencia de su política arancelaria.
«No estoy buscando hacerle daño a México, pero tres fábricas de automóviles que se estaban construyendo allí han detenido las obras y se van a reiniciar aquí en Estados Unidos debido a los aranceles», expresó Trump, quien también se refirió a los efectos negativos del antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). «Hemos perdido 90,000 fábricas desde el TLCAN», lamentó.
En su intervención, Trump elogió a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, con quien aseguró haber mantenido un diálogo fluido. «Sheinbaum es una mujer fantástica y muy buena», dijo el mandatario. También mencionó que siente aprecio por el país vecino: «Hemos tenido muchas conversaciones. Es muy elegante», afirmó sobre la líder mexicana.
La relación entre ambos países atraviesa un período de relativa estabilidad, luego de un inicio de mandato marcado por tensiones. A pesar de su postura firme contra la inmigración y el tráfico de fentanilo, Trump ha moderado algunas medidas, como la suspensión de un arancel del 25 % sobre productos mexicanos y canadienses amparados por el T-MEC, anunciado en marzo.
Sin embargo, ese alivio no se extendió a todos los sectores. Las importaciones de acero y aluminio provenientes de México continúan sujetas a un arancel del 25 %, y en abril, Trump dio a conocer su plan de "aranceles recíprocos", que incluye un impuesto general del 10 % sobre productos de otros países, aunque México y Canadá fueron excluidos de esa lista.