
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó este lunes a restringir el consumo de paracetamol durante el embarazo, atribuyendo a este medicamento un posible vínculo con el autismo. Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, el mandatario aseguró que “no hay ninguna desventaja” en evitarlo y calificó el autismo como “una crisis horrible” en su país.
“Recomendamos encarecidamente que las mujeres limiten el uso de Tylenol durante el embarazo a menos que sea médicamente necesario”, dijo Trump. A su lado, el director de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), Martin Makary, anunció que el organismo colocará advertencias en las etiquetas de este fármaco sobre sus supuestas implicaciones en el desarrollo neurológico infantil.
El secretario de Salud, Robert Kennedy Jr., también criticó a los Institutos Nacionales de Salud (NIH) por enfocarse “casi exclusivamente en factores genéticos” del autismo, dejando de lado posibles factores ambientales.
Las afirmaciones de Trump contrastan con la postura de gran parte de la comunidad médica. El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos emitió un comunicado en el que aseguró que el paracetamol es seguro y que las enfermedades que se tratan durante el embarazo “son mucho más peligrosas que cualquier riesgo teórico”.
La Autism Science Foundation coincidió al afirmar que no existen evidencias concluyentes de que el paracetamol cause autismo.