
Billy Long, jefe del Servicio Interno de Impuestos (IRS), fue removido de su cargo luego de que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) solicitara información confidencial de contribuyentes para verificar domicilios de presuntos inmigrantes sin papeles, acción que superó los límites del acuerdo existente entre ambas agencias.
El DHS había pedido al IRS ampliar detalles sobre una lista de 40,000 personas sospechosas de estar ilegalmente en EE.UU., utilizando datos fiscales sensibles. Inicialmente, el IRS colaboró con un pequeño porcentaje, principalmente con quienes tenían número ITIN, utilizado por muchos indocumentados para trabajar y pagar impuestos.
La tensión surgió cuando el DHS exigió información más detallada de las declaraciones de impuestos, incluyendo datos de exenciones que podrían no aplicar a personas sin estatus legal, lo que generó rechazo en altos funcionarios del IRS debido a la posible vulneración de derechos y privacidad.

Long mantuvo firme su posición de no entregar información fuera del marco acordado con DHS, aunque fuentes no confirmaron si su salida está vinculada directamente con este conflicto.