
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este jueves que saldrá personalmente a patrullar las calles de Washington en compañía de la Policía y efectivos de la Guardia Nacional, desplegados desde la semana pasada en la capital bajo su orden.
Según el mandatario, la medida busca enfrentar la criminalidad, pese a que los índices delictivos de la ciudad se encuentran en su punto más bajo en tres décadas.
El pasado 11 de agosto, Trump declaró una “Emergencia de Seguridad Pública”, tomó control de la Policía Metropolitana de Washington y activó a 800 soldados de la Guardia Nacional. Posteriormente, gobernadores republicanos de seis estados enviaron refuerzos, lo que elevó a más de 2,000 los militares presentes en la capital.
La militarización ha generado críticas entre residentes y organizaciones ciudadanas, quienes denuncian un uso excesivo de la fuerza. El malestar se hizo evidente durante la visita del vicepresidente JD Vance y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quienes fueron abucheados por ciudadanos al recorrer la estación central de tren.
Además, se han registrado incidentes como el choque de un vehículo militar Humvee contra un automóvil civil cerca de la Explanada Nacional, accidente que dejó un conductor herido y obligó a los bomberos a realizar un operativo de rescate.
En paralelo, la fiscal general Pam Bondi informó que, en el marco de los operativos, se han realizado 630 arrestos y decomisado 86 armas ilegales. Solo el miércoles se produjeron 53 detenciones, junto a 24 arrestos ejecutados por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), que también confiscó 10 armas.