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El presidente Donald Trump declaró que las redadas de inmigración en Estados Unidos “no han ido lo suficientemente lejos”, en una entrevista con CBS, difundida el domingo. Estas operaciones, llevadas a cabo por la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), han generado protestas y denuncias por violaciones a los derechos humanos.
Trump señaló que los jueces liberales designados por los expresidentes demócratas Barack Obama y Joe Biden han retrasado las operaciones de inmigración.
Ante preguntas sobre el uso de tácticas como gas lacrimógeno y la rotura de ventanas de automóviles, Trump respondió que estaba de acuerdo porque “hay que sacar a la gente”.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha impulsado un aumento masivo de deportaciones, cumpliendo una de sus promesas de campaña.
Las protestas por estas redadas han causado disturbios en diversas ciudades, especialmente en aquellas gobernadas por demócratas, donde la administración ha desplegado agentes de ICE, respaldados en algunos casos por la Guardia Nacional.
Mientras que ciudades como Los Ángeles han recibido tropas para apoyar las operaciones de inmigración, intentos similares en Portland y Chicago han sido temporalmente bloqueados por cortes federales.