
Un juez federal en Estados Unidos desestimó este lunes el caso contra el exdirector del FBI James Comey y contra la fiscal general de Nueva York, Letitia James, tras concluir que la fiscal interina designada por el presidente Donald Trump para liderar ambos procesos había sido nombrada de manera ilegal.
Comey y James enfrentaban cargos por separado, pero se unieron para impugnar la designación de Lindsey Halligan, fiscal interina del Distrito Este de Virginia. Ambos argumentaron que Halligan no ocupaba el cargo legalmente cuando presentó las acusaciones.
En su fallo, la jueza Cameron McGowan Currie determinó que la designación “no era válida” en el momento en que se formularon los cargos.
La desestimación no representa una absolución definitiva. La Fiscalía podría volver a presentar los cargos una vez se corrijan los errores administrativos que originaron la anulación del proceso.
Las defensas de Coney y James habían denunciado el procedimiento “inusual” en el que Halligan, una abogada de 36 años sin experiencia previa como fiscal, presentó personalmente las imputaciones, firmadas únicamente por ella, luego de que varios fiscales subordinados se negaran a hacerlo.
Trump la nombró fiscal federal interina el 22 de septiembre tras la renuncia de su antecesor, Erik Siebert, quien habría dejado el cargo por presiones del mandatario después de cuestionar la solidez de las pruebas en los casos.