x
Síguenos
Denuncias aquí (809) 762-5555

Temor a deportación impulsa a haitianos en Ohio, a buscar refugio en la fe

Muchos feligreses asistieron en busca de su bendición y consejo sobre cómo interactuar con los agentes federales durante las redadas de inmigración ordenadas por el presidente Trump. Otros, sin embargo, se quedaron en casa debido al miedo y la incertidumbre.

Greidy Ponciano
Greidy Ponciano
26 enero, 2025 - 9:30 PM
7 minutos de lectura
Haitianos en una iglesia estadounidense.
Religión
Escuchar el artículo
Detener el artículo

Después del servicio religioso del domingo, el pastor de la Primera Iglesia Evangélica Haitiana de Springfield, Ohio, pidió a los miembros y músicos de la iglesia que formaran un círculo a su alrededor y oró por ellos.

Muchos feligreses asistieron en busca de su bendición y consejo sobre cómo interactuar con los agentes federales durante las redadas de inmigración ordenadas por el presidente Trump. Otros, sin embargo, se quedaron en casa debido al miedo y la incertidumbre.

"Le pedí a Dios que protegiera a mi gente", dijo el reverendo Reginald Silencieux sobre su oración. "Oré específicamente por la comunidad haitiana, pero también por Estados Unidos, porque Trump es nuestro presidente. Como iglesia, es nuestro deber orar por él, ya que actualmente es nuestro líder político".

Algunos de los cerca de 15,000 haitianos que se calcula que viven en Springfield buscan consuelo e intervención divina en sus iglesias o en las tiendas que venden productos espirituales. 

Los líderes comunitarios dicen que muchos de ellos están sobrecogidos por el miedo de que Trump ponga fin o permita que expire el programa de Estatus de Protección Temporal (TPS con sus iniciales en inglés) que les permite permanecer legalmente en Estados Unidos.

"La comunidad está en pánico", dijo Viles Dorsainvil, líder del Centro de Ayuda y Apoyo a la Comunidad Haitiana de Springfield. "Ven por televisión los arrestos en otras partes del país y no saben qué va a pasar".

"La mayoría de los inmigrantes que están en Estados Unidos no son criminales, son personas trabajadoras", agregó. "Cualquier gobierno con sentido común preferiría trabajar con este tipo de inmigrantes en lugar de deportarlos".

El año pasado Trump lanzó acusaciones falsas contra los haitianos que viven en Springfield de que se comían a los perros y gatos de sus vecinos. Los rumores falsos exacerbaron la división y el sentimiento antiinmigrante en una ciudad donde la mayoría de sus 59,000 habitantes son personas de raza blanca y clase trabajadora.

En las semanas posteriores a sus comentarios, las escuelas, edificios gubernamentales y residencias de funcionarios recibieron decenas de amenazas de bomba.

"Antes teníamos otro tipo de miedo —era miedo a una represalia, ya fuera de la extrema derecha, de los Proud Boys", dijo Jacob Payne, un líder de la comunidad haitiana y propietario de Milokan Botánica, una tienda religiosa que vende productos espirituales haitianos.

"Ahora hay un miedo a ser deportados. Eso ha hecho que mucha gente prefiera no salir y ha provocado que muchas personas se hayan ido", dijo, señalando hacia una plaza comercial usualmente concurrida en la que se encuentra su negocio y que ahora estaba más tranquila de lo habitual.

Entre la venta de velas religiosas y ungüentos espirituales, Payne asesora a sus clientes con sus formularios de inmigración, tarjetas de autorización de empleo y preguntas sobre sus solicitudes del TPS.

Brutus Joseph, de 50 años y que trabaja instalando paneles solares, indicó que se presentó en el local en busca de alivio espiritual. Pero también quería expresar su opinión.

"No me siento para nada bien. Hay muchas cosas que quisiera decir", dijo Joseph en creole a través de un intérprete. "Mi esposa y yo ni siquiera podemos dormir de la preocupación. Somos ciudadanos de bien, lo único que hicimos fue ser haitianos. Jamás pensamos que fuéramos a recibir este tipo de trato por parte del gobierno. Le pido a Dios que el presidente cambie de opinión".

A Joseph le preocupa en particular el futuro de sus cinco hijos, incluido uno que está en último año de secundaria en Springfield y planea asistir a la universidad este año.

"Si me voy de aquí, no hay futuro para mis hijos. Si me envían de regreso, pueden violar o asesinar a mis hijos, así que tengo todo que perder", comentó, haciendo un llamado a Trump como otro hombre de familia que está casado con una inmigrante.

El reverendo Philomene Philos, uno de los pastores de la Primera Iglesia Evangélica Haitiana, lamentó que menos personas de lo habitual se hayan presentado al servicio dominical.

"No tienen que tener miedo. Tienen que estar alerta", declaró. "No deberían tener miedo al grado de no venir a la iglesia".

Las preocupaciones en materia migratoria entre miembros del clero y de la comunidad general de Springfield son las mismas que las de muchos otros líderes religiosos en distintas partes del país. En ciudades como Nueva York, Filadelfia y Portland, Oregón, grupos interreligiosos discuten las opciones para brindar seguridad y apoyo a los migrantes de sus comunidades, incluidos aquellos que no tienen autorización legal para vivir en el país.

Durante su primer mandato, Trump utilizó un lenguaje soez para preguntar por qué Estados Unidos tendría que aceptar a inmigrantes de Haití y de países africanos "de mierda". Su campaña de 2024 giró en buena medida en torno a la inmigración ilegal, refiriéndose a menudo en sus discursos a los crímenes cometidos por migrantes.

Miles de migrantes temporales procedentes de Haití han llegado legalmente a Springfield en los últimos años gracias al programa TPS, luego de que la prolongada inestabilidad en su país de origen ha dado paso a las violentas pandillas que controlan las calles.

Más vistas
Recientes
Cargar más noticias