
Los gobiernos de Camboya y Tailandia se reunirán este lunes en Malasia para negociar un alto al fuego, luego de cuatro días de enfrentamientos fronterizos que han dejado al menos 34 muertos y más de 200,000 desplazados.
El primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, y su homólogo camboyano, Hun Manet, confirmaron su disposición al diálogo tras conversaciones telefónicas con el presidente de EE.UU., Donald Trump.
Los combates se concentran en la zona del Triángulo de Esmeralda, una región disputada donde estallaron nuevos enfrentamientos este domingo, con lanzamientos de artillería cerca de templos antiguos. Ambos países se acusan mutuamente de iniciar las hostilidades.
El encuentro será mediado por el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, en calidad de presidente de turno de la ASEAN. Mientras tanto, la tensión continúa en provincias fronterizas como Surin (Tailandia) y Preah Vihear (Camboya).
La portavoz del Ministerio de Defensa camboyano, Maly Socheata, reportó 13 muertos y 71 heridos en su país, mientras que el ejército tailandés confirmó 21 fallecidos, incluyendo ocho soldados, y más de 138,000 personas evacuadas.
Pese al llamado a la paz, Tailandia denunció “violaciones a los derechos humanos” por parte de Camboya, mientras que Phnom Penh rechazó las acusaciones y calificó a Tailandia como el agresor.
La disputa territorial no es nueva: entre 2008 y 2011 hubo otros enfrentamientos que causaron 28 muertos. Aunque una decisión de la Corte Internacional de Justicia en 2013 calmó las tensiones por años, un nuevo incidente armado en mayo reavivó el conflicto.