
La explosión de un coche bomba estremeció este martes la zona financiera de Guayaquil, dejando un muerto y al menos 30 heridos, en un nuevo episodio de violencia que refleja el deterioro de la seguridad en Ecuador.
El estallido se registró cerca de las 6:30 de la tarde, frente a un centro comercial y un edificio de oficinas perteneciente a la familia del presidente Daniel Noboa, según confirmaron el Cuerpo de Bomberos y la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR). La mayoría de los heridos sufrieron lesiones leves por vidrios rotos y esquirlas, mientras que dos permanecen hospitalizados con mayor gravedad.
Videos de cámaras de seguridad muestran cómo una camioneta estacionada comenzó a arder antes de estallar violentamente, desatando el caos entre peatones y conductores. El estruendo fue tan fuerte que rompió ventanales de hoteles, bancos y restaurantes ubicados en el área comercial más transitada de la ciudad.

El ministro del Interior, John Reimberg, calificó el hecho como un “acto terrorista”, al revelar que un segundo vehículo cargado con cuatro explosivos de alto poder fue desactivado a tiempo. “No se trata de un artefacto artesanal, sino de un dispositivo de fabricación profesional, destinado a generar caos”, afirmó el funcionario, quien aseguró que las investigaciones apuntan a grupos delictivos organizados.
El presidente de la empresa municipal Segura, Fernando Cornejo, informó que las cámaras de videovigilancia captaron dos vehículos sospechosos saliendo de la Cooperativa San Francisco, frente al complejo penitenciario de Guayaquil. Solo uno explotó, pero las autoridades desplegaron inspecciones antiexplosivos en toda la zona.
Este nuevo ataque ocurre menos de un mes después de otro atentado con coche bomba frente a la Cárcel Regional de Guayaquil, y días después de que la Policía desactivara una bombona explosiva en las afueras de la Penitenciaría del Litoral, epicentro de múltiples masacres carcelarias.
Ecuador vive bajo un “conflicto armado interno” desde 2024, declarado por el presidente Noboa para enfrentar a las bandas criminales, ahora consideradas organizaciones terroristas. Solo en el primer semestre de 2025 se han registrado 4,619 homicidios, un incremento del 47 % respecto al año anterior, cifras que colocan al país a la cabeza de los índices de violencia en América Latina.