
El número de estadounidenses que reciben beneficios por desempleo durante al menos una semana subió a 1.97 millones a finales de julio, el nivel más alto desde noviembre de 2021, según datos del Departamento de Trabajo. En enero, la cifra era de 1.85 millones.
Las nuevas solicitudes apenas aumentaron en 7,000 la semana pasada, pero la tendencia refleja un mercado laboral cada vez más débil: más personas no logran encontrar empleo y permanecen desempleadas por más tiempo.
Expertos atribuyen la desaceleración a aranceles más altos, recortes de gasto federal y restricciones migratorias, medidas que, según advierten, podrían seguir afectando la contratación.