
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó este jueves su inquietud ante la creciente disputa entre el Gobierno de México y TV Azteca, luego del reciente fallo de la Suprema Corte que ratificó los millonarios adeudos fiscales del empresario Ricardo Salinas Pliego, propietario de la televisora.
La organización, con sede en Miami, advirtió que la forma en que se ha manejado públicamente el caso —que involucra deudas por 33.477 millones de pesos, equivalentes a unos 613 millones de dólares— podría generar “un entorno adverso” para los medios de comunicación en el país.
De acuerdo con la SIP, la tensión ha aumentado debido a descalificaciones desde el poder y llamados de figuras políticas a revisar concesiones, lo que eleva el riesgo de presiones contra la labor informativa.
Martha Ramos, presidenta de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP y directora editorial de la OEM, enfatizó que los conflictos legales entre el Estado y empresas mediáticas deben procesarse “sin interferencias políticas ni discursos que inhiban el ejercicio periodístico”.
El pronunciamiento llega después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación confirmara criterios fiscales en siete amparos interpuestos por Salinas Pliego, desestimando los últimos recursos de Grupo Elektra y TV Azteca para evitar el pago de los créditos fiscales.

El caso ha escalado también por el tono confrontativo que ha marcado la relación entre Salinas Pliego y las autoridades. El empresario ha lanzado ataques verbales tanto contra la presidenta Claudia Sheinbaum como contra su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, quienes han presionado públicamente para que se cubran los adeudos.
Aunque el fallo de la Corte confirmó la deuda original, autoridades del gobierno estiman que la cifra real podría superar los 74.000 millones de pesos (unos 4.000 millones de dólares). A esto se suma que Salinas Pliego insinuó recientemente que podría aspirar a un cargo político, incluso a la presidencia.
Si bien la SIP evitó pronunciarse sobre el fondo del litigio fiscal, alertó que el enfrentamiento podría derivar en medidas que afecten la independencia editorial o limiten la cobertura periodística.
“El interés de la SIP es subrayar la importancia de que cualquier disputa que involucre a medios no derive en efectos indeseados sobre su operación informativa”, señaló el presidente del organismo, Pierre Manigault.