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La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentó este martes el “Plan Michoacán por la Paz y la Justicia”, una estrategia integral para reforzar la seguridad en ese estado del occidente del país, tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, ocurrido el sábado.
El crimen, que desató protestas en Morelia, Uruapan y Apatzingán, convierte a Manzo en el séptimo alcalde asesinado en tres años.
“Vamos a recuperar la tranquilidad con justicia. La paz se puede construir desde abajo, con dignidad y con esperanza”, declaró Sheinbaum, quien descartó retomar la llamada “guerra contra el narco”.
Sheinbaum anunció el envío de nuevos contingentes de la Guardia Nacional y agentes de la Secretaría de Seguridad Federal, dirigidos por Omar García Harfuch, para reforzar las labores de vigilancia y combate al crimen organizado.
El plan incluye la creación de una fiscalía especializada en delitos de alto impacto, centrada en homicidios y extorsión, dos de los problemas más graves que enfrenta la región.
El gobierno también instalará mesas de seguridad quincenales y sistemas de alerta para proteger a los alcaldes, además de promover proyectos de desarrollo económico y programas sociales destinados a agricultores y víctimas de violencia.
“La guerra contra el narco no funcionó, fue lo que generó esta violencia que apenas estamos disminuyendo”, sostuvo la mandataria.
El asesinato de Manzo, quien recibió siete disparos mientras participaba en una festividad del Día de Muertos, reavivó el debate sobre la inseguridad en Michoacán, donde operan cárteles como el Jalisco Nueva Generación y La Familia Michoacana.
Desde Washington, la Casa Blanca condenó el crimen. La portavoz Karoline Leavitt afirmó que el presidente Donald Trump “respeta mucho” a Sheinbaum y valora la cooperación con México en la lucha contra el narcotráfico.