
El Senado de Brasil inició este miércoles el debate de un proyecto de ley que podría reducir de forma significativa la condena de 27 años de prisión impuesta al expresidente Jair Bolsonaro, sentenciado por liderar un intento de golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva.
La iniciativa, aprobada de manera sorpresiva la semana pasada por la Cámara de Diputados, propone modificar los tiempos de cumplimiento de pena para varios delitos, incluido el de golpismo, lo que reduciría la reclusión efectiva del exmandatario de unos ocho años a poco más de dos años.
El proyecto ha generado fuerte rechazo en sectores de izquierda y de centro, que advierten que la medida no solo beneficiaría a Bolsonaro, sino que también disminuiría las penas de delincuentes comunes. El senador Alessandro Vieira calificó la propuesta como un “caballo de Troya” y anunció que impulsará su rechazo para reiniciar el proceso legislativo.
En el Senado, donde la mayoría conservadora es menos sólida que en Diputados, varios legisladores han adelantado que introducirán cambios o bloquearán el texto. De no aprobarse antes del receso legislativo, la discusión quedaría pospuesta hasta 2026, año electoral en Brasil.
El senador Flávio Bolsonaro, hijo mayor del exmandatario y figura clave del bolsonarismo, afirmó que su partido está dispuesto a modificar el proyecto para evitar que el beneficio alcance a personas sin vínculos políticos. La iniciativa también permitiría la libertad condicional de más de un centenar de seguidores de Bolsonaro encarcelados por los disturbios del 8 de enero de 2023 en Brasilia.

El presidente Lula da Silva reiteró que Bolsonaro “tiene que pagar” por sus delitos y advirtió que vetaría la ley en caso de ser aprobada, aunque el Congreso podría intentar revertir ese veto.
Bolsonaro, de 70 años, cumple su condena desde noviembre en una instalación policial de Brasilia, tras ser hallado culpable de encabezar una conspiración para desconocer el resultado electoral, una trama que incluso contempló el asesinato del entonces presidente electo, pero que fracasó por falta de respaldo militar.