Las semillas de chía se consolidaron como un alimento funcional por su alto valor nutricional y sus beneficios para la salud, de acuerdo con expertos citados por Harvard Health Publishing. Su combinación de fibra, proteínas, ácidos grasos omega-3 y antioxidantes impulsó su consumo a nivel mundial.
Originarias de Centroamérica, las semillas de chía forman parte de la alimentación humana desde hace más de 5,000 años y fueron consideradas esenciales por civilizaciones como los mayas y los aztecas. En la actualidad, su popularidad responde tanto a este legado histórico como a su fácil incorporación en la dieta diaria.

Al remojarse en agua, las semillas de chía producen un gel espeso conocido como mucílago. Especialistas en nutrición coinciden en que este gel es seguro y recomendable para el consumo, ya que potencia varios de los beneficios del alimento.

El mucílago, generado por la fibra soluble presente en la chía, ayuda a mejorar la digestión, aumenta la sensación de saciedad y ralentiza la absorción de carbohidratos, favoreciendo el control de los niveles de glucosa en sangre. Además, consumir la chía hidratada puede reducir molestias gastrointestinales en personas sensibles a alimentos muy fibrosos.
Las semillas de chía destacan por su elevado contenido de ácidos grasos omega-3, especialmente ácido alfa-linolénico (ALA), nutriente esencial para la salud cardiovascular y cerebral. Asimismo, una porción de 28 gramos aporta cerca de 9.8 gramos de fibra dietética.

La fibra presente en la chía contribuye a reducir el colesterol LDL y los triglicéridos, favorece el aumento del colesterol HDL y mejora el tránsito intestinal, ayudando a prevenir el estreñimiento y enfermedades crónicas asociadas.
Los expertos recomiendan añadir una o dos cucharadas de semillas de chía a agua, yogur, cereales, batidos o ensaladas. Una de las preparaciones más populares es el pudín de chía, que se elabora mezclando semillas con leche y dejando reposar la mezcla antes de agregar frutas o frutos secos.

Gracias a su sabor neutro y textura adaptable, las semillas de chía pueden integrarse fácilmente en la alimentación diaria sin alterar el sabor de las preparaciones, lo que explica su creciente presencia en hábitos alimenticios saludables.
Fuente: Infobae.