Con su reciente incorporación a los Mets de Nueva York mediante un contrato de tres años valorado en más de 75 millones de dólares, el lanzador zurdo Sean Manaea se prepara para compartir equipo nuevamente con dos antiguos compañeros dominicanos: el jardinero Juan Soto y el derecho Frankie Montas.
Manaea coincidió con Soto en 2022 cuando ambos jugaron para los Padres de San Diego, mientras que con Montas compartió vestidor entre 2017 y 2021, durante su paso por los Atléticos de Oakland.
El zurdo recuerda con claridad la histórica llegada de Soto a los Padres en la fecha límite de cambios del 2 de agosto de 2022, en un acuerdo que involucró a seis jugadores, incluyendo a CJ Abrams y James Wood, quienes fueron enviados a los Nacionales. Soto fue una pieza clave para que San Diego alcanzara la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, donde finalmente cayeron ante los Filis en cinco partidos.
"Juan es increíble", expresó Manaea. "Cuando llegó por primera vez, se podía sentir la energía que trajo al equipo. Esa misma energía se mantuvo el resto de la temporada y durante los playoffs. Tenemos algo de historia juntos, y estoy muy feliz de que ahora esté en mi equipo nuevamente, así no tengo que enfrentarlo".
Reencuentro con Frankie Montas
Por otro lado, Manaea se mostró igualmente entusiasmado por la firma de Frankie Montas, quien se unirá a una rotación que incluirá a Kodai Senga, Clay Holmes y David Peterson. Manaea tiene presente la temporada 2021 de Montas, en la que el derecho alcanzó su mejor nivel al registrar 13 victorias y una efectividad de 3.37.
"Estoy muy emocionado porque los Mets firmaron a Montas. Lo amo hasta la muerte. Estoy muy feliz de reunirme con él", afirmó Manaea. "Es un tipo divertido, pero también increíblemente apasionado por el pitcheo. Cada vez que sube al montículo, es un competidor nato. Es duro y siempre entrega lo mejor de sí".
El reencuentro con estos dos excompañeros promete agregar aún más entusiasmo y energía al ambiente del equipo, mientras los Mets se preparan para afrontar una temporada cargada de expectativas.