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Cansada del insoportable ruido de sus vecinos del piso de arriba, una residente de la provincia china de Hebei ideó una manera creativa de vengarse.
Instaló todo un sistema casero con pelotas de ping-pong colgadas del techo que se activa con un control remoto.
Se desconoce si surtió efecto y las molestias del departamento superior cesaron, pero los internautas apreciaron el ingenio.