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Se ha aclarado el negocio voto-dinero

La voluntad política, la disposición de una persona a decidirse en uno u otro sentido para escoger o rechazar, no debe estar condicionada

Ramón A. ( Negro ) Veras
Ramón A. ( Negro ) Veras
22 julio, 2025 - 7:42 AM
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Imagen ilustrativa. Fuente Externa
Elecciones
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1.- Una vez que la descomposición se apodera de un cuerpo social, la podredumbre se comprueba en todas sus instituciones y órganos del Estado, llegando hasta el proceder de ciudadanas y ciudadanos.

2.- La voluntad política, la disposición de una persona a decidirse en uno u otro sentido para escoger o rechazar, no debe estar condicionada.

3.- La intención, la determinación de ejecutar algo, entraña un propósito, el cual es fruto de una resolución libre, no condicionada.

4.- El voto, en la democracia representativa, es la forma que utiliza la ciudadana o el ciudadano para delegar en otro el ejercicio del gobierno y el poder del Estado.

5.- Al entregar su voto a favor de un candidato, el elector procede tomando en cuenta la confianza, la esperanza firme de que a quien ha elegido honrará la palabra dada.

6.- En nuestro país, el derecho a votar ha caído en el descrédito porque la sana intención de quien sufraga resulta desnaturalizada al perder su esencia democrática.

7.- El desengaño del electorado ha hecho posible la abstención electoral. Ante un sufragante burlado en su buena fe y nobles sentimientos, se ha impuesto el desprecio al sufragio.

8.- El abstencionismo es una forma pasiva de incumplimiento del deber de las ciudadanas y los ciudadanos de ejercer su derecho al voto. Es un medio de protesta contra la prostitución del voto y, a veces, de los procesos electorales.

9.- En nuestro país, votar en las elecciones generales para elegir al representante del Poder Ejecutivo y a otros cargos electivos se ha convertido en una de las tantas formas de perder el tiempo y ser políticamente engañado. El voto carece, aquí, de valor cívico y ciudadano.

10.- Lo que se ha visto, hasta ahora, con el derecho a votar es que ha sido una forma de hacer dinero desde una institución del Estado.

11.- La reciente modalidad anunciada desde la Cámara de Diputados, de pagarles a las electoras y a los electores por votar, nos está diciendo que el voto perdió su significativo valor. 

12.- El voto en el medio dominicano es algo insignificante, de poca o ninguna importancia, porque se ha reducido a un pago utilizando la mercancía dinero.

13.- Para el ciudadano dominicano, el voto en lugar de ser algo de trascendencia, no es más que una cosa trivial, insustancial, superficial.

14.- La ciudadana o el ciudadano dominicano que decide votar está haciendo una operación negociable. A eso se ha reducido el voto.

15.- Aquel que crea que aquí se ha fortalecido la democracia, está loco de atar, ha perdido el juicio por completo o, por lo menos, tiene trastornada la mente.

16.- Pagar por votar, si no es algo muy ingenioso, por lo menos revela que el sistema no está lejos de colapsar. Ojalá así sea.

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