
Las autoridades chilenas confirmaron este domingo el hallazgo del cuerpo del último minero que permanecía desaparecido tras el derrumbe ocurrido el pasado jueves en la mina El Teniente, en la región de O’Higgins. Con este hallazgo, la cifra total de víctimas mortales asciende a seis.
El fiscal de O’Higgins, Aquiles Cubillos, destacó que, pese a la complejidad y el riesgo de las maniobras, los cuerpos fueron rescatados en un corto plazo. “Hemos podido contribuir así a la paz y serenidad de las familias”, señaló.
El derrumbe se produjo en el sector Andesita, una de las zonas más profundas del yacimiento, tras un sismo de magnitud 4,2 en la escala de Richter. El Teniente es considerado el mayor yacimiento subterráneo de cobre del mundo y es operado por la estatal Codelco.
La causa del sismo aún está bajo investigación, y se evalúa si fue un fenómeno natural o resultado de las propias perforaciones de la minera. Máximo Pacheco, presidente del directorio de Codelco, afirmó que la empresa colaborará plenamente con las investigaciones: “Somos los primeros interesados en entender fehacientemente qué fue lo que sucedió”.
Actualmente, las operaciones subterráneas permanecen suspendidas y el área del derrumbe se encuentra clausurada mientras se desarrollan las diligencias. La investigación no tiene una hipótesis fija y está abierta a todas las posibilidades.
El primer fallecido fue confirmado el mismo jueves, pocas horas después del derrumbe. Posteriormente, se supo que otros cinco trabajadores habían quedado atrapados en el Nivel Teniente 7, sin que se lograra contacto con ellos. En el rescate se removieron cerca de 3,270 toneladas de material.
El accidente es el más grave registrado en la mina desde 1990, cuando una “explosión de roca” provocó también la muerte de seis mineros. Entre los rescatistas que trabajaron en esta tragedia participaron algunos que estuvieron en el emblemático rescate de los 33 mineros de la mina San José en 2010.