Jackie Robinson fue el primer jugador negro en entrar a la Major League Baseball (MLB), con lo que se enterró la bandera del racismo en la élite del béisbol, que había dividido este deporte por más de 50 años.
La entrada de Robinson significó una bandera de libertad, cuando cruzó las líneas de cal del Ebbets Field el 15 de abril de 1947, cambió el paisaje del pasatiempo de la familia. Este hecho está marcado como una victoria para los derechos civiles, un cambio cultural trascendental y el comienzo de un largo viaje.
Todo encarnado por el primera base de los Dodgers de Brooklyn que comenzó a escribir el nuevo testamento con el debut de Jackie Robinson, con 28 años, con el uniforme 42 frente a los Bravos de Boston ante 25 mil espectadores.
De esa histórica fecha se cumplen hoy 78 años que marca el inicio de una nueva era en el deporte de las bolas y los strikes y a Robinson lo convirtió en el más grande ejemplo de valor y vergüenza de un pelotero dentro y fuera del terreno.
Durante su primera temporada en las Grandes Ligas, Robinson vivió en carne propia el racismo de los equipos rivales, de los aficionados, así como algunos de sus propios compañeros de equipo. Sin embargo, el abuso no afectó su desempeño y entrega con pasión al béisbol.
En 1949, Robinson, que había pasado a jugar la segunda base, fue nombrado el "Jugador Más Valioso" de la Liga Nacional. Al año siguiente se convirtió en el jugador mejor pagado de los Dodgers, ganando un sueldo de US$35,000.
Nació en El Cairo, Georgia en 1919 en el seno de una familia de agricultores. Su madre, Mallie Robinson, crió sola a Jackie y a sus otros cuatro hijos. Era la única familia negra en su cuadra y los que más padecieron en carne propia la agresión por las bandas blancas del Ku Klux Klan, fortalecieron su vínculo social y familiar.
Jackie Robinson murió en 1972 a la edad de 53 años. Su legado es la inspiración que brinda a los atletas y personas de todos los colores. Su entrada pionera en las ligas mayores, se erige como un símbolo brillante de la lucha contra el racismo y la esperanza de armonía racial.
Sobre la crueldad del racismo en las Grandes Ligas, Felipe Rojas Alou cuando en 1958 fue llamado al Gran Circo dijo: "Ya tenía dos strikes. Por ser hispano y por ser negro".
Robinson dijo en una entrevista: "Sé que soy un hombre negro en un mundo blanco…Sé que nunca lo mandé hacer".