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Rusia anunció que a partir de octubre de 2025 comenzará el despliegue de sus aviones de combate Su-57 de quinta generación en operaciones militares contra Ucrania. Se estima que cerca de 40 unidades estarán listas para entrar en servicio activo.
El Su-57 es considerado el avión más avanzado de la aviación rusa, diseñado con tecnología furtiva, gran maniobrabilidad y capacidad para portar misiles de largo alcance. Cada aeronave tiene un costo estimado de hasta 100 millones de dólares, lo que lo sitúa entre los cazas más caros en producción en el mundo.
Moscú asegura que este despliegue forma parte de una estrategia para reforzar sus capacidades aéreas y contrarrestar la asistencia militar que Ucrania recibe de países de la OTAN.
Analistas militares destacan que la incorporación de los Su-57 podría cambiar la dinámica en los cielos ucranianos, aunque advierten que el número de unidades disponibles sigue siendo limitado frente a la magnitud del conflicto.
La decisión ocurre en un momento en que la guerra ha entrado en su cuarto año, con combates intensos en el este de Ucrania y ataques aéreos frecuentes en distintas ciudades del país. Hasta ahora, Rusia había utilizado mayoritariamente cazas Su-35 y bombarderos tácticos para sus ofensivas.
Ucrania, por su parte, ha recibido sistemas de defensa aérea modernos, como los Patriot y NASAMS, que han reforzado su capacidad de interceptar misiles y aeronaves. Sin embargo, expertos señalan que el Su-57 podría suponer un desafío adicional debido a sus características de baja detección por radar.
El anuncio del Kremlin aumenta la presión en un conflicto que ya ha generado amplias pérdidas humanas y materiales. Organismos internacionales han reiterado llamados a la desescalada, mientras la comunidad internacional observa con atención el impacto de este nuevo despliegue en el campo de batalla.