Una nueva oleada de misiles y drones lanzados por Rusia durante la noche golpeó la capital ucraniana y dejó como saldo al menos 15 civiles muertos incluidos tres niños y más de 30 heridos.
Entre los objetivos alcanzados se encuentra la sede de la Unión Europea en Kyiv, que según las autoridades fue atacada “deliberadamente”.
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, expresó estar “horrorizado” por la ofensiva y afirmó que el bloque no cederá ante la intimidación: “La agresión rusa solo refuerza nuestra determinación de estar con Ucrania y su pueblo”.
Por su parte, el presidente Volodímir Zelenski señaló que este ataque responde a los llamados internacionales por un alto al fuego: “Moscú ofrece más terror en lugar de negociación”, dijo, reiterando su petición de apoyo internacional frente a la escalada de violencia.