El uso indiscriminado de la hormona del crecimiento humano (HGH), que regula funciones sistémicas, en las academias de béisbol del país y por parte de los padres de prospectos a peloteros profesionales, fue advertido en "A Diario" por el nutricionista y deportólogo Richard Marine.
Detalló que provoca crecimiento óseo, diabetes, hipertensión, arritmia, hipogonadismo, problemas de fertilidad a futuro, y aumento de la parte vascular, es decir, infartos por daños en las microarterias, tanto oculares como de otras arterias, además de un sinnúmero de daños.
Indicó que esa hormona, en forma de inyecciones, debe ser prescrita por endocrinólogos pediatras; sin embargo, los padres y entrenadores la utilizan porque desean que los niños sean grandes, adultos y musculosos.
Agregó que se utiliza en adultos con ciertas deficiencias a nivel neurocientífico, según el neurólogo.
"Es un tema tan delicado que requiere especialistas con una subespecialidad", acotó, añadiendo que se utiliza en niños que presentan problemas de crecimiento, detectados por un endocrinólogo mediante parámetros como análisis e imágenes.
Adujo que se necesita tiempo de seguimiento para que el especialista lo utilice.
Richard Marine expresó que el pediatra endocrinólogo Elbi Morla Báez, quien es maestro e investigador, le manifestó que el uso de la HGH es "grave".
"Los padres de los niños las están promoviendo por todas partes en las academias, recomendándolas; ellos mismos las aplican. Se trata de inyecciones que los padres están recomendando, y también los entrenadores en varias academias", expuso.
Afirmó que, si investigan, sabrán en cuáles academias. Agregó que ha llegado a tal extremo que los padres van a su consultorio para que les diga qué dosis de HGH le ponen al niño de diez años.
Destacó que la madre más reciente que vio le mostró fotos del físico de los compañeritos de sus hijos, de lo grandes que están, y que a su vástago no lo van a firmar como pelotero profesional.