
El veterano de guerra en Estados Unidos, Ángel Sosa, denunció que, estando en la guerra de Irak, una de sus hermanas, en contubernio con un medio hermano y un tío político, vendieron unos terrenos que le pertenecen como herencia de su padre y abuelo, en Las Terrenas, Samaná.
Sosa dijo en El Sol de la Mañana, que luego de colocar la denuncia por falsificación, la titular le explicó que la misma era civil, por lo que no tenía ningún asidero. “En su puño y letra ella me escribió en un documento todo lo que tenía que hacer”.
Explicó que investigaron que las ventas se hicieron en Nagua y acudieron a ese lugar, donde acogieron la demanda.
Asimismo, señaló que las experticias caligráficas realizadas a los documentos detallaron que cuando se llevaron a cabo las ventas directas él (Ángel Sosa) no se encontraba en el país. “Cuando se hicieron esos poderes yo estaba en Irak, y cuando se hicieron las ventas también yo estaba en Irak”.
Denunció que cuando la Fiscalía de Nagua se enteró de que las pruebas caligráficas realizadas arrojaron que no era su firma, decidió archivar el expediente de la denuncia y enviar la otra parte a Santo Domingo, alegando que no era su competencia, algo que hizo sin notificarlo.
“No entiendo cómo en la misma Fiscalía de Nagua deciden enviarlo al juez de la instrucción para que ellos también lo archiven”, dijo Ángel Sosa.
Reiteró que ellos mismos (la fiscalía) decidieron ir al juez de la instrucción para que este la archive, sin explicación. Denunció que el juez de Nagua archivó sin investigar.
El comprador de la tierra es el señor Caonabo Javier Reynoso quien fungía como secretario mano derecha del entonces ministro de Medio Ambiente, Francisco Domínguez Brito en la Procuraduría cuando este último fue procurador General.