La publicación de todos los archivos desclasificados de las investigaciones sobre el pederasta Jeffrey Epstein que el Gobierno Trump está obligado a realizar para este viernes posiblemente no incluya toda la documentación de una tacada debido a su gran volumen, a la necesidad de proteger la privacidad de las víctimas y también a pesquisas y otros procedimientos en curso.
El pasado 18 de noviembre, el Congreso aprobó con amplio apoyo de ambas bancadas la llamada Ley de Transparencia de los Archivos Epstein, que concedió 30 días al Departamento de Justicia para que publicara los archivos, desde documentos del FBI, a deliberaciones de la Fiscalía General que lidera Pam Bondi a materiales sobre la investigación del gran jurado que imputó al pederasta en 2019.
El caso es que la ley obliga a que esta enorme cantidad de material, más de 300 gigas de imágenes, documentos de texto o videos, sea presentado de una manera "consultable y descargable" en internet, lo que obliga a la creación de una enorme base de datos pública.
A este desafío de arquitectura informática se unen los complejos criterios a la hora de censurar los documentos para ocultar información sensible.
La cadena CNN informó hoy citando una fuente anónima cercana al asunto, que cada abogado asignado por el Departamento de Justicia a la campaña para la publicación de los archivos Epstein ha tenido que procesar más de mil documentos desde final de noviembre.
Expertos legales prevén que se realicen numerosas tachaduras en los documentos en lo referente a declaraciones de los testigos que colaboraron con la investigación, a métodos de investigación empleados y sobre todo a la identidad de las víctimas, especialmente aquellas que eran menores de edad cuando el magnate financiero abusó de ellas o las prostituyó.