
Por duodécima ocasión consecutiva, los senadores republicanos no lograron aprobar un proyecto de financiamiento provisional para reabrir el Gobierno federal de Estados Unidos, que ya suma 22 días de paralización, convirtiéndose en el segundo cierre más largo de la historia del país.
El intento fue nuevamente bloqueado por los demócratas del Senado, con una votación final de 54 votos a favor y 46 en contra, insuficiente para alcanzar los 60 votos necesarios que exige la ley.
En esta ocasión, tres legisladores de la oposición se sumaron al bloque republicano: Catherine Cortez Masto, John Fetterman y el independiente Angus King.
El proceso se retrasó debido a un discurso maratónico del senador demócrata Jeff Merkley, de Oregón, quien mantuvo la palabra durante 22 horas y 39 minutos, criticando duramente las políticas del presidente Donald Trump.
Merkley denunció la “persecución de opositores políticos” y el uso del ejército en ciudades gobernadas por demócratas, además de acusar al mandatario de favorecer “a los ricos a costa de las familias trabajadoras”.
Del lado republicano, el senador Rand Paul votó en contra del proyecto, mientras que el líder del bloque, John Thune, cambió su voto a “no” al final como maniobra procesal para poder volver a presentar la medida más adelante.
El cierre del Gobierno alcanzará 23 días este jueves, quedando solo por detrás del ocurrido entre diciembre de 2018 y enero de 2019, que duró 35 días durante la primera administración de Trump.
Más de 1.3 millones de empleados federales dejarán de recibir su pago quincenal esta semana, mientras ambos partidos mantienen su desacuerdo: los demócratas exigen conservar los subsidios del programa Obamacare, que beneficia a millones de estadounidenses, mientras los republicanos insisten en eliminarlo, argumentando —sin pruebas— que favorece a inmigrantes en situación irregular.