Un grupo de 21 empleados del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) presentó su renuncia este martes en protesta por las políticas impulsadas por Elon Musk, asesor del presidente Donald Trump.
En una carta conjunta, manifestaron su negativa a utilizar su experiencia técnica para "desmantelar servicios públicos indispensables".
Los trabajadores, que formaban parte del Servicio Digital de Estados Unidos (USDS), denunciaron que la oficina ha sido intervenida por ideólogos políticos sin las competencias necesarias para modernizar el gobierno. También alertaron sobre riesgos de seguridad derivados de un proceso de evaluación interna que incluyó preguntas sobre lealtad política y enfrentamientos entre empleados.
La salida de estos ingenieros, científicos de datos y gerentes de producto representa un revés para la estrategia de reducción del gobierno federal promovida por Musk y respaldada por la administración de Trump. A principios de mes, unos 40 empleados del USDS fueron despedidos en un proceso que, según los renunciantes, compromete la seguridad de datos y la eficiencia de programas como la Seguridad Social, atención a veteranos y asistencia estudiantil.
En ese orden, Musk, quien lidera el DOGE, defendió sus medidas argumentando que buscan reducir la burocracia. Sin embargo, exfuncionarios del USDS advierten que su enfoque pone en riesgo la estabilidad de servicios esenciales. Hasta el momento, la Casa Blanca no ha emitido comentarios al respecto.