
La fiscal federal interina en Manhattan, Danielle Sassoon, presentó su renuncia este jueves después de recibir instrucciones del Departamento de Justicia para retirar los cargos de corrupción contra el alcalde de Nueva York, Eric Adams.
Un portavoz de la fiscalía confirmó la dimisión de Sassoon, quien optó por dejar el cargo en lugar de acatar la orden de desestimar el caso, en el que Adams enfrenta acusaciones de aceptar contribuciones de campaña ilegales y sobornos en forma de viajes gratuitos o con descuento a cambio de favores políticos.
Según un memorando del lunes, el subsecretario de Justicia interino, Emil Bove, ordenó cerrar el caso para permitir que Adams, demócrata, apoye la campaña contra la inmigración irregular del presidente Donald Trump y participe en su campaña de reelección.
Ni el Departamento de Justicia ni el abogado de Adams, Alex Spiro, han respondido solicitudes de comentarios sobre la situación. Tampoco ha emitido declaraciones un portavoz del alcalde.
El cierre del caso por razones políticas, en lugar de por la solidez de la evidencia, ha generado preocupación entre fiscales de carrera, quienes consideran que esta medida rompe con normas establecidas de independencia judicial.
Bove había ordenado que la desestimación se produjera lo antes posible, pero días después no se había hecho ningún anuncio oficial desde la fiscalía de Nueva York.
Ante la demora, la secretaria de Justicia de Estados Unidos, Pam Bondi, declaró el miércoles que investigaría por qué el caso aún no había sido retirado.
Danielle Sassoon, exsecretaria del fallecido juez de la Corte Suprema Antonin Scalia y miembro de la Sociedad Federalista, asumió el cargo de manera interina el 21 de enero, un día después de la toma de posesión de Trump. No fue ella quien presentó la acusación contra Adams, sino su predecesor, Damian Williams, quien renunció tras la victoria electoral del republicano.
Su gestión estaba destinada a ser temporal, ya que en noviembre Trump nominó a Jay Clayton, expresidente de la Comisión de Valores y Bolsa de EE.UU., para el cargo, una designación pendiente de confirmación en el Senado.
El Distrito Sur de Nueva York, una de las fiscalías más influyentes del país, tiene un historial de perseguir la corrupción política, delitos financieros y terrorismo. Su reputación de independencia frente a Washington le ha valido el apodo de "el distrito soberano".