La rotura de una matriz de 60 pulgadas que suple agua potable a Santiago y Moca provocó una interrupción masiva del servicio en plena Navidad, además de daños significativos a viviendas en la zona de Sabana Iglesia, en la parte montañosa que rodea la ciudad de Santiago, según explicó el regidor de Santiago, Alexander Germoso.
El colaborador de El Rumbo de la Mañana indicó que el hecho ocurrió en una tubería de gran capacidad que abastece a ambos municipios y sostuvo que no puede calificarse como un accidente.
“No podemos hablar de un accidente, ni de un incidente, cuando teníamos vecinos desde hace un año por lo menos advirtiendo a las autoridades que eso iba a pasar”, afirmó, al señalar que residentes del área habían alertado reiteradamente sobre el deterioro de la infraestructura.
Germoso explicó que, en un primer momento, la atención se concentró en la magnitud de la explosión y en los daños inmediatos.
“Lo primero fue la magnitud de la explosión y los daños inmediatos a todas las personas que estuvieron afectadas directamente a nivel de viviendas”, indicó, precisando que al menos cuatro casas resultaron seriamente afectadas en su estructura interna.
El edil recordó que Sabana Iglesia pertenece a Santiago y se ubica en la zona de la Sierra, próxima al municipio de Baitoa, lo que ayuda a dimensionar el impacto territorial del incidente.
Sobre la respuesta institucional, Germoso señaló en El Rumbo de la Mañana que la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) informó haber trabajado desde el inicio en la reparación.
Según el último reporte oficial ofrecido la noche de este domingo, se encontraban en la fase final de soldadura de las tuberías de acero que estaban siendo sustituidas.
Detalló que, tras la soldadura, los trabajos incluyen un recubrimiento en hormigón y pruebas técnicas. “Todo eso se debe estar agotando en el día de hoy, a los fines de que mañana, tal vez en la tarde, Santiago y Moca comiencen a recibir ya su servicio de agua potable”, explicó el regidor.
No obstante, Hermoso aprovechó para llamar la atención sobre la precariedad histórica del servicio.
Señaló que el suministro no es eficiente y que el acceso regular al agua potable sigue siendo desigual. “Los sectores más privilegiados disfrutan de agua cuatro o cinco días a la semana”, puntualizó, al insistir en la necesidad de una solución estructural que evite la repetición de este tipo de fallas.