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La comunidad dominicana en Barrio Obrero, San Juan, Puerto Rico, atraviesa momentos de angustia ante el aumento de redadas llevadas a cabo por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Desde principios de año, los operativos han transformado la vida cotidiana en un escenario de tensión e incertidumbre. Muchas personas han optado por no salir de sus hogares, mientras que numerosos negocios han cerrado temporalmente por la falta de clientes. Las detenciones también han provocado la separación de familias. De los 528 migrantes arrestados en la isla hasta la fecha, 392 son de nacionalidad dominicana, según cifras oficiales.
Un reportaje de BBC Mundo retrata la gravedad de la situación, con testimonios de comerciantes, defensores de derechos humanos y mujeres migrantes que relatan cómo la política migratoria vigente está afectando profundamente a la comunidad dominicana y podría estar dando paso a una crisis humanitaria silenciosa.