
Equipos de rescate iniciaron este lunes la extracción de los restos del avión y el helicóptero del Ejército que colisionaron en pleno vuelo la semana pasada, en el peor accidente aéreo en suelo estadounidense desde 2001.
Hasta el momento, las autoridades identificaron a 55 de las 67 víctimas y más de 300 rescatistas participan en la operación, con el apoyo de barcazas de la Armada.
Según el coronel Francis B. Pera, la prioridad es una “recuperación digna” de los fallecidos.
Se recuerda que, el choque ocurrió el miércoles cerca del Aeropuerto Nacional Reagan Washington cuando un avión de American Airlines, procedente de Wichita, Kansas, se preparaba para aterrizar y un helicóptero Black Hawk realizaba un vuelo de entrenamiento.
Los restos serán trasladados a un hangar para la investigación y se espera un informe preliminar en 30 días, aunque el análisis completo podría tardar más de un año.